miércoles, 11 de julio de 2012

Las velas y la oración



Es cierto que las velas no pueden rezar, pero pueden ayudarnos a rezar. Las velas tienen diversos significados en la vida del hombre.




En primer lugar, en cada vela existe un reflejo de aquella luz que en un tiempo se encendió en Belén en el bullicio de nuestro mundo.

Así como la luz de las velas ilumina las tinieblas, también nuestra vida puede ser iluminada por medio de la vida de Jesús, quien nos trae un mensaje que orienta nuestra vida.

La vela nos recuerda el Bautismo, el inicio de nuestro camino con Cristo y la vocación a la Vida Verdadera, la Vida Eterna.

Señor, Yo enciendo una vela.
Quizás no sé orar de la forma correcta.
Esta vela es un poco de lo que poseo
y un poco de lo que soy.

Señor, que esta vela, que aquí enciendo,
sea para mí la luz con la cual Tú me iluminas en la dificultad
que me acosa y en las decisiones que tomaré.
Que sea un fuego a través del cual Tú quemas en mí toda maldad,
para transformarla en algo nuevo y bueno.
Que sea un fuego que calienta mi corazón y me enseña a amar.

Señor, no puedo permanecer mucho tiempo en tu Iglesia.
Con esta luz que arde quisiera que permanezca aquí
una parte de mí, una parte que deseo donarte.
Ayúdame a continuar mi plegaria en todo mi ser
y en el trabajo que desarrollaré este día.


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