viernes, 11 de julio de 2014

¿Por qué mi vela echa humo y cómo lo evito?

¿Por qué mi vela echa humo y cómo lo evito?

Esta pregunta es muy común y es importante saber que en la gran mayoría de las veces, se debe a un tema físico-químico más que a la fabricación de las velas.

El fuego, como el de la llama de la vela, es un proceso de combustión y como todo proceso de combustión, el resultado de éste es la generación de energía, en nuestro caso en forma de luz y calor, junto con la generación de dióxido de carbono. Este proceso se ve influenciado por factores externos y ajenos a la vela, tales como la altitud del lugar en donde vives; la cantidad de oxígeno y las corrientes de aire. Todo esto afecta la forma en que la vela se consume, creando varias veces una flama grande que genera humo y hollín.

Este hollín es el resultado de un proceso de combustión ineficiente, en el que la cera no se quema a un ritmo adecuado junto con el pabilo, y por ende, el pabilo se carboniza y arroja ese hollín que vemos como humo negro. 

 
Sin embargo, la solución es muy sencilla y te servirá para cualquier tipo de vela, en especial las velas grandes cuyos pabilos tienden a ser también mayores. Sigue estos consejos:

1. Enciende tu vela en lugares con suficiente espacio y que no estén encerrados. 

2. Evita que corrientes de aire fluyan hacia la vela, sabrás que esto pasa si la flama "baila". 

3. Si vas a tener encendida una vela por un largo periodo, vigila que el largo de la flama no sea muy grande. Si la flama crece mucho, con cuidado y unas tijeras, recorta un poco el pabilo. No te preocupes si el trozo que recortas cae dentro de la cera fundida, usa la misma punta de las tijeras para apartarlo y retirarlo. 

Ahora sí, la flama de tu vela será nuevamente la adecuada y lo sabrás con sólo verla, pues notarás que se encuentra nuevamente en paz, tranquila, estática y serena. 

Hacer esto te ayudara a utilizar mejor tus velas y a que el hollín y humo que se podría generar, no ensucie tus muebles. 

Sigue disfrutando de tus velas.

lunes, 3 de febrero de 2014

Fiesta de la Candelaria

Fiesta de la Candelaria

La Candelaria es una fiesta que se celebra el día 2 de febrero, es decir, 40 días después de la Navidad. Es el día que señalaba la ley judía para la purificación y la presentación de los niños al Templo de Jerusalén.

Esta celebración de la presentación de Jesús al Templo fue inicialmente festejada e Oriente y después instaurada en Roma a finales del siglo VII por el Papa Sergio I, quien para conmemorar la ida al Templo de la Virgen María y su hijo, organizó una procesión del Foro a la Basílica de Santa María La Mayor. Fue en este marco procesional que muchas velas fueron encendidas.

La Candelaria proviene de la expresión festa candelarum: la fiesta de las candelas. El latín candela designa una vela.

Durante la fiesta de la Candelaria se lleva a cabo la bendición de las velas o cirios, símbolo de Jesucristo, la Luz del mundo presentada por su Madre en el Templo y quien viene a iluminar a todos como lo hacen las velas


En varias regiones de México se acostumbra vestir al niño Dios y llevarlo a oír misa, después de lo cual, es colocado en un nicho donde permanecerá el resto del año.



También en México es tradicional que quien obtuvo al Niño de la rosca de reyes, haga una fiesta basada en tamales y atole, ambos productos de maíz.

Esta tradición tiene raíces prehispánicas; cuando los habitantes hacían bendecir las mazorcas para sembrar sus granos en el ciclo agrícola que iniciaría. El 2 de febrero también coincide con el día cuando se celebraba a algunos dioses tlaloques, Este sincretismo cultural y religioso ha otorgado una manera de vivir muy especial.