lunes, 25 de marzo de 2013

Semana Santa y el Altar de Dolores



La Semana Santa es una conmemoración cristiana que celebra la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret. En este sentido, es un período de intensa actividad litúrgica dentro de las diversas confesiones cristianas
Este periodo coincide con la primavera, el momento del año cuando el sol da toda su energía para que toda la naturaleza salga de su letargo o muerte aparente y resucite con todo su esplendor. Es de la misma forma como Cristo se sacrifica y resucita, para con ello convertirse en una fuerza universal inextinguible que seguirá animando a todo el universo.
La Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos y finaliza con el Domingo de Resurrección, aunque su celebración suele iniciarse en varios lugares el viernes anterior (Viernes de Dolores) y se considera parte de la misma el Domingo de Resurrección
Durante el Viernes de Dolores se realiza la veneración a la Virgen de los Dolores y se conmemoran los 7 dolores que vivió la Virgen María durante la pasión y muerte de su hijo Jesucristo.
El centro de la tradición son los altares, cuyos elementos son representativos del sufrimiento de María al saber que su hijo había sido condenado a muerte, algunos de ellos son los manteles y flores blancas que simbolizan la pureza de la Virgen; naranjas amargas que evocan a la aflicción, pero que se pintan de dorado para recordar la alegría de la resurrección de Jesucristo; banderitas, manteles y flores moradas como símbolo de penitencia y preparación; flores de manzanilla cuyos colores son emblema de la humildad de María; cirios pascuales y trigo en representación de Cristo como luz y pan de vida; veladoras por la luz de la Virgen, y semillas de chía, agua de sabores o nieve, que simbolizan sus lágrimas de dolor. La figura principal es la Virgen de los Dolores que se sitúa debajo de un crucifijo.

*Foto: Autor del altar Humberto Spíndola


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